
1. Comience con ropa limpia y libre de polillas y un espacio de almacenamiento ordenado
No puedes esperar encontrar ropa fresca esperándote si no la limpias bien o la guardas con polillas o humedad existentes. Así que tendrá que hacer un pequeño trabajo de preparación antes de cargar su ropa.
Lava bien tu ropa
Asegúrate de limpiar tu ropa con un detergente de buena calidad antes de empacar. Los olores se transfieren entre las prendas, por lo que este paso ayuda a evitar olores más fuertes más adelante cuando saque la ropa del almacén. Además, si utilizas tu detergente y suavizante favoritos, añadirás olores familiares a tu vestuario.
Limpia el espacio de polillas
Si tienes signos reveladores de una infestación de polillas, como agujeros en tus mejores jerséis de lana, tendrás que controlar la situación pasando la aspiradora y utilizando insecticida para no trasladar las polillas al almacén.
Limpia tu contenedor de almacenamiento
No importa si utilizas una caja, un contenedor o una unidad de almacenamiento; tendrás que asegurarte de que esté limpio y libre de humedad. El moho y la humedad son dos de las principales causas de los olores indeseados y de la ropa arruinada. Aspira el polvo del lugar de almacenamiento y considera la posibilidad de limpiarlo con una receta desodorizante que contenga:
- Media taza de vinagre blanco destilado
- Media taza de agua
- 12-24 gotas de aceite esencial (si lo prefieres)
Espera a que todo se seque y a que el olor del vinagre se disipe antes de cargar la ropa.
2. Invierta en deshumidificadores y productos para reducir la humedad
La humedad es el enemigo del almacenamiento adecuado. Es responsable del olor, el moho y la destrucción, por lo que querrá hacer todo lo posible para mantenerla a raya. Dependiendo del tamaño del espacio, un deshumidificador es una opción ideal. O, si elige una unidad de almacenamiento, escoja una con control de clima y aire acondicionado.
Si el espacio es pequeño, o utilizas cajas y contenedores, tendrás diferentes opciones para mantener la ropa seca, como:
- Utilizar varias cajas de bicarbonato de sodio contenidas
- Agrupar palos de tiza en una bolsa
- Comprar productos de carbón activado para los armarios y el almacenamiento
3. Utiliza aceites esenciales de lavanda o de madera de cedro para hacer una doble función
Parece que las polillas odian los aceites de lavanda y de madera de cedro, pero se cree que ambos tienen propiedades antifúngicas y pueden refrescar la ropa. He aquí cómo incluir los aceites en su espacio de almacenamiento:
- Añade o cuelga bolsas de algodón o lino transpirable o bolas de lana para secadora empapadas con unas gotas de aceite en tus contenedores de almacenamiento. No satures demasiado; el aceite podría manchar tu ropa.
- También puedes utilizar toallas de papel y hojas de secadora en su lugar.
Recuerda que este método es mejor para repeler polillas y no debe utilizarse para una infestación activa.